la sucesión de mis días

[bakea]

las palabras han formado sedimentos con lo que no puedo escribir
las sensaciones antes extrañas, ahora se han vuelto rutinas
el único espacio que queda entre el abismo y yo, no tiene nombre
es de color incoloro, de olor profundo, y de sabor inimaginable


es la última palabra antes del no
es un verbo conjugado en mil y una declinación
es parte de todo lo que anhelo
es parte de mí

y se trasnporta elegante al fin
como un suave aleteo, un infinito ir y venir
con sus ojos centelleantes y el resplandor altivo
con el orgullo que sólo tienen las personas que han perdurado en el tiempo

todo lo demás no importa a su paso
todo se vuelve piedra para contemplar
el leve amanecer que deja tras de sí
como el varar de una ola en la arena

todo lo demás no importa cuando lo consigues
cuando se asemeja el sentido a una realidad
cuando un por fin logras despertar y la ves,
ante sus ojos, parada, esperandote, sí, a ti

[Cronos]

Me guzta. Aplausos.