Proyección animal de la muerte.
i. Lechuza blanca.
La lechuza blanca abandona el bosque y sobrevuela la ciudad; en vuelo parece de un marfil elástico. Cuando se posa sobre un alféizar, hasta el silencio calla, y los gatos callejeros esconden sus ojos verticales. La luz no se apaga: se desvanece.
Avanza hasta la cama del enfermo y se detiene a sus pies. Con ojos fijos, gira la cabeza hasta coincidir con el lugar en el que yace el moribundo y, en el momento en que sus ojos parpadean, el anciano ya es historia, ya es nada. Dicen que algunos niños pueden verla.
La lechuza blanca mantiene fija su mirada de mar profundo, como asegurándose de que está hecho, y luego desaparece. Todo es sencillo, breve, y definitivo.
ii. Cuervo negro.
El cuervo negro es negro y frío como las manos de aquellos a quienes visita. Busca el fin de la luz en el último horizonte, antes de volar hacia su víctima, y quien lo ve acercarse ya sabe cuál será su próximo viaje. El cuervo negro sólo se ocupa de las almas perdidas, y las atormenta sin piedad en su viaje a la oscuridad absoluta. Al silencio eterno, a la soledad cruel que sin duda merecen.
El cuervo negro siempre estuvo ahí, antes incluso de que el hombre fuera hombre. Con una mancha de miel en sus ojos, y la crueldad de alguien que no tiene nada que perder.
iii. Lobo gris.
El lobo gris siempre aparece con una rosa entre los dientes. Te tienta y no te deja respirar. Logra que te pierdas, te saca de tu mundo y te adentra en el suyo. Una vez en su territorio, se acerca y te entrega la flor. Es imposible negarse a aceptarla. Te posee. Las espinas pronto hacen brotar la sangre de tus dedos, y eso despierta su instinto y hace que sus ojos brillen bajo la Luna.
Mirándote te está diciendo: "Corre, tienes una oportunidad. NO MIRES ATRÁS". Sabes que tus dedos sangrantes te delatan, pero agradeces el favor y huyes corriendo. Te da ventaja, te hace pensar que puedes escapar, y por un momento parece que te alejas. Le pierdes de vista, y te confías.
Puede escuchar tus apresurados latidos cobardes y eso le es suficiente. El lobo gris trota tras tus pasos atolondrados, seguro de su éxito.
En tu carrera, intentas sopesar tus opciones: esconderse sería inútil. Enfrentarse, totalmente infructuoso. "¡Correr!" - piensas - ...y corres. Corres y te alejas, pero tu corazón se acelera, y el lobo gris te escucha cada vez más cerca. Ese es el momento en el que olvidas a tus dioses, ahora sólo confías en tu habilidad para escapar. Te ves cobarde. Y corres. A lo lejos escuchas ulular a una lechuza blanca, pero sabes que no te busca a ti, sabes que tu problema sigue tus pasos. Sigues corriendo.
Cuando estás agotado, con el sudor mezclándose con la sangre ya reseca de tus manos en un ungüento de textura incierta, te detienes y miras hacia atrás. Entre las sombras, a lo lejos, ves la silueta estática de tu cazador, observándote. Él no está cansado, pero crees que ya no te persigue. Crees que has vencido, que has sido más listo, crees que podrás seguir con tu vida vacía y tus sinfonías inacabadas. Ahora eres tú quien le habla con los ojos, y una mirada tuya le dice que has vencido y que vuelves a casa. El lobo gris parece entenderte y ves cómo se da la vuelta y se aleja lentamente. Cuando te giras para salir de allí, un golpe devastador te destroza y te deja tumbado, con los ojos muy abiertos. Sólo puedes escuchar tu respiración entrecortada. Sólo puedes ver el cielo negro y la Luna abierta a tu mente, diciéndote algo que no llegas a comprender. Una loba gris se interpone entre el círculo lunar y tus ojos, ahora ensangrentados. Sabes que ha sido ella y ahora puedes escuchar su mirada: "No debiste mirar atrás".
La loba gris lleva una rosa entre los dientes. La aceptas; ahora sabes que has perdido, ahora sabes que el lobo gris no caza solo. Ahora ya lo sabes todo, y nada te es útil. El sosiego te invade, y el miedo desaparece. Te arrodillas junto a ese océano libre de barcos, los ojos de la loba gris; y le ofreces tu mano. Te roza con su lengua y todo termina. Comienza tu viaje, un sueño a ninguna parte.
En algún lugar, en ese mismo instante, nace un niño, confuso... no sabe que el lobo no caza solo.
Aquí estoy, Muerte, esperando tu abrazo.
Kai "Auuuu" Zen, 13 11 2005.
Proyección animal de la Muerte.
-
- Mensajes: 2014
- Registrado: Vie Ene 28, 2005 5:33 pm
- Ubicación: paltalk, KAMVAN.. entre dos mares
- Contactar:
-
- Mensajes: 7524
- Registrado: Jue Ago 05, 2004 10:24 am
- Ubicación: A Coruña... y sus bares de rock xD (y www.ladesidia.com)
- Contactar:
Hostia Kai! Me has dejao que casi me da un patatús aquí en la silla.
Me conozco taaan bien a esos tres bichos...
Con tu permiso, me quedo con lo aquí escrito. Y si un día me preguntan qué es un lobo, ya sabré que contestar.
Me ha gustado no sólo lo de dentro, también lo de fuera. Te ha quedado un texto mazizo
Me conozco taaan bien a esos tres bichos...
Con tu permiso, me quedo con lo aquí escrito. Y si un día me preguntan qué es un lobo, ya sabré que contestar.
Me ha gustado no sólo lo de dentro, también lo de fuera. Te ha quedado un texto mazizo
Impresionante kai!!!! Joder, nunca antes había leido nada parecido en el foro. Lo leí el otro día, xo no te pude dejar el comentario, me parece obligado hacerlo. Te has salido killo!!!! Un aplauso. Te señalo algo k me ha gustado sobremanera, ok?
Avanza hasta la cama del enfermo y se detiene a sus pies. Con ojos fijos, gira la cabeza hasta coincidir con el lugar en el que yace el moribundo y, en el momento en que sus ojos parpadean, el anciano ya es historia, ya es nada. Dicen que algunos niños pueden verla.
El cuervo negro siempre estuvo ahí, antes incluso de que el hombre fuera hombre. Con una mancha de miel en sus ojos, y la crueldad de alguien que no tiene nada que perder.
En cuanto al relato del lobo... todo me ha parecido digno de mención. mu weno tiu!!!!
Avanza hasta la cama del enfermo y se detiene a sus pies. Con ojos fijos, gira la cabeza hasta coincidir con el lugar en el que yace el moribundo y, en el momento en que sus ojos parpadean, el anciano ya es historia, ya es nada. Dicen que algunos niños pueden verla.
El cuervo negro siempre estuvo ahí, antes incluso de que el hombre fuera hombre. Con una mancha de miel en sus ojos, y la crueldad de alguien que no tiene nada que perder.
En cuanto al relato del lobo... todo me ha parecido digno de mención. mu weno tiu!!!!
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: Amazon [Bot] y 1 invitado