
Las profesoras en tiempos difíciles
He aquí un contrato real de una maestra de escuela en 1923. así me explico por qué ha legado hasta la actualidad esa imagen de la maestra como persona decente y respetable. Afortunadamente, las cosas han cambiado mucho en estos noventa años. Es chocante pensar que se trata de un acuerdo de principios del siglo XX, pero tened en cuenta que España estaba en esos momentos bajo la recién iniciada Dictadura de Primo de Rivera.
Contrato de Maestras en 1923
Este es un acuerdo entre la señorita ?????????????????? maestra, y el Consejo de Educación de la Escuela ??????????????????? por el cual la señorita ????????????. acuerda impartir clases durante un período de ocho meses a partir del ??????????. de septiembre de 1923. El Consejo de Educación acuerda pagar a la señorita ?????????????? la cantidad de (*75) mensuales.
La señorita ??????.. acuerda:
1. No casarse. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
2. No andar en compañía de hombres.
3. Estar en su casa entre las 8.00 de la tarde y las 6.00 de la mañana, a menos que sea para atender función escolar.
4. No pasearse por heladerías del centro de la ciudad.
5. No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados.
6. No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
7. No beber cerveza, vino ni whisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encuenta a la maestra bebiendo cerveza, vino y whisky.
8. No viajar en coche o automóvil con ningún hombre excpeto su hermano o su padre.
9. No vestir ropas de colores brillantes.
10. No teñirse el pelo.
11. Usar al menos dos enaguas.
12. No usar vestidos que queden a más de cinco centímetro por encima de los tobillos.
13. Mantener limpia el aula:
a) Barrer el suelo al menos una vez al día.
b) Fregar el suelo del aula al menos una vez a la semana con agua caliente.
c) Limpiar la pizarra al menos una vez al día.
d) Encender fuego a las 7.00, de modo que la habitación esté caliente a las 8.00 cuando lleguen los niños.
14. No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.
En definitiva, la señorita ejercía unas funciones híbridas entre monja, pedagoga y ?chacha? bastante peculiares.
Una auténtica pena que no sigamos manteniendo nuestras tradiciones, ¿verdad?
De potnia.wordpress.com
Hay que ver que difícil lo han tenido las mujeres siempre y excepto en occidente lo siguen teniendo mal mundialmente.
Desde luego menuda vocación más grande tenían que tener antes las mujeres para hacerse maestras de escuela para aceptar semejantes contratos.