Mensajepor Panzer » Lun May 12, 2014 9:04 am
El circuito lanero que planteamos es el que tiene lugar a finales de
la Edad Media y durante la Edad Moderna. En la Península Ibérica
sus ejes iniciales son Medina del Campo, Valladolid, Burgos,
Balmaseda y Bilbao. En Flandes son focos de interés Brujas y sobre
todo Amberes. Inglaterra juega un papel distinto; inicialmente
exportadora de lana, después fomenta una industria textil en su
territorio con lo que acaba siendo también importadora de lana
castellana. Los puertos franceses (Rouan, La Rochelle) también
son puntos importantes del comercio europeo y por ende, dado
que la lana estaba presente en la mayor parte de los fletes, también
de nuestra ruta del Oro Blanco.
El comercio de la lana es fundamental para entender no sólo
aspectos económicos, sino también políticos y culturales de finales
de la Edad Media y el inicio de la Edad Moderna. Uno de los
productores más importantes fue Castilla. Su cabaña ganadera
fue tan grande que toneladas de lana en bruto, metida en sacas,
se juntaban todos los años en Burgos, desde donde salían hacia
el Norte, hacia Bilbao, puerto exportador de la lana castellana
desde el año 1300, en que fue fundada esta ciudad.
El intercambio de lana, que se había desarrollado desde tiempo
inmemorial, tomó una importancia mayor desde la revolución
comercial del siglo XII, y en concreto consiguió un lanzamiento
espectacular en Castilla a partir del siglo XIII. Burgos llegó a ser una
de las ciudades más prósperas de la Península Ibérica en los siglos
XIV y XV, debido a la riqueza que obtenía del comercio de la lana.