Como cada año más de veinte caballos, son las víctimas de las fiestas del Rocío.
El pasado año, 18 caballos murieron en la peregrinación andaluza de El Rocío. Este año han sido más de 23 caballos los que han muerto.
Esto sin contar que, según las protectoras, el número aumentaría si se contabilizaran también los animales que mueren en las cuadras, después de la romería.
Estos caballos son las víctimas mortales, pero por el camino entre bailes y cantos, otros caballos han quedado heridos y han sido maltratados. Entre el polvo y la devoción religiosa, queda la sangre y el sufrimiento de los animales.
Podemos vivir y disfrutar sin oprimir a otros y evitar estas terribles muertes.
