A juicio guardia civil que simuló atentado en Leitza
A juicio guardia civil que simuló atentado en Leitza
A juicio el guardia civil que simuló un atentado contra el cuartel de Leitza
Salvador Meléndez, el agente de la Guardia Civil que se disparó a sí mismo fingiendo un atentado de ETA contra el cuartel de Leitza, será juzgado mañana en Iruñea. La Fiscalía solicita multa y ocho meses de cárcel contra él por simulación de delito y alteración del orden.
El 29 de noviembre de 2009 fue un día de caos en Leitza. De madrugada, uno de los agentes de la Guardia Civil llamó a sus compañeros avisando de que unos desconocidos le habían disparado en el brazo para después salir huyendo. El guardia avisó también de que había varios tubos de PVC apuntando contra el cuartel y conectados a un dispositivo con unos cables eléctricos, por lo que recomendó a sus compañeros no salir.
La catarata de reacciones fue inmediata y, entre otras, hubo una condena fulgurante por parte del Ayuntamiento de Iruñea. Pero para mediodía todo empezó a enrarecerse. Ya nada estaba claro y, poco después, se comprobó el montaje de Salvador Meléndez. Mañana, tendrá que comparecer ante el Juzgado de lo Penal por desórdenes públicos y simulación de delito. La petición fiscal por los desórdenes asciende a ocho meses de cárcel, mientras que por fingir el atentado se expone a ocho meses de prisión más las costas.
Al agente le atenderá en calidad de defensor el abogado Eduardo Ruiz de Erenchun, mientras que la única acusación estará ejercida por el Ministerio Fiscal. Resulta llamativo que se soliciten unas penas tan bajas. La simulación de delito por parte de un funcionario público está castigada con entre seis meses y dos años de cárcel (además de la multa) cuando se trata de un delito grave. Sin embargo, el fiscal da por buenos dos atenuantes difíciles de explicar. En primer lugar, indica que la instrucción del caso se ha dilatado demasiado en el tiempo, aunque es el segundo punto el que causa la sorpresa: La Fiscalía admite que el agente tenía las facultades síquicas alteradas de tal forma que era incapaz de entender completamente la "ilicitud del hecho". En ese caso, es difícil comprender cómo es que Meléndez podía estar armado y en activo en Leitza.
Regresó a petición propia
La minuta del juicio aporta una serie de detalles que aclaran, en parte, el porqué de esa supuesta alteración mental. Se dice textualmente que "durante la comisión de los hechos tenía sus capacidades intelectivas y volitivas con carácter leve debido al estado emocional en el que se encontraba unido a su personalidad histriónica y mitomaníaca". Más adelante, el fiscal dice que será oportuno "aportar la hoja de antecedentes penales del acusado".
No se han dado al conocer delitos cometidos por el agente anteriores a esta causa. Sí se hizo público que Meléndez, natural de Málaga, vio morir a Juan Carlos Beiro al retirar una pancarta bomba. Meléndez, según el diario "ABC", quedó traumatizado por este hecho y, en consecuencia, se le trasladó. Regresó a Leitza tiempo después por petición propia. Este hecho podría relacionarse en el juicio con el "estado emocional" alterado del agente. Sin embargo, resulta significativo que entre un hecho y otro transcurren cinco años, y en consecuencia, hubiera sido negligente mantener a Meléndez en el cuartel de Leitza.
Además, testificarán en el juicio ocho guardias en calidad de testigos y la pericial quedará a cargo de otros dos agentes del cuerpo y de un perito forense. Fueron, precisamente, las pruebas forenses las que desmontaron la simulación de Meléndez, ya que demostraron que la distancia de los disparos no concordaba con el testimonio del guardia. Se disparó a sí mismo. Luego se comprobó que no había restos de explosivo en los tubos y que el supuesto accionador era un montaje burdo.
http://www.gara.net/azkenak/01/314521/e ... tel-Leitza
Salvador Meléndez, el agente de la Guardia Civil que se disparó a sí mismo fingiendo un atentado de ETA contra el cuartel de Leitza, será juzgado mañana en Iruñea. La Fiscalía solicita multa y ocho meses de cárcel contra él por simulación de delito y alteración del orden.
El 29 de noviembre de 2009 fue un día de caos en Leitza. De madrugada, uno de los agentes de la Guardia Civil llamó a sus compañeros avisando de que unos desconocidos le habían disparado en el brazo para después salir huyendo. El guardia avisó también de que había varios tubos de PVC apuntando contra el cuartel y conectados a un dispositivo con unos cables eléctricos, por lo que recomendó a sus compañeros no salir.
La catarata de reacciones fue inmediata y, entre otras, hubo una condena fulgurante por parte del Ayuntamiento de Iruñea. Pero para mediodía todo empezó a enrarecerse. Ya nada estaba claro y, poco después, se comprobó el montaje de Salvador Meléndez. Mañana, tendrá que comparecer ante el Juzgado de lo Penal por desórdenes públicos y simulación de delito. La petición fiscal por los desórdenes asciende a ocho meses de cárcel, mientras que por fingir el atentado se expone a ocho meses de prisión más las costas.
Al agente le atenderá en calidad de defensor el abogado Eduardo Ruiz de Erenchun, mientras que la única acusación estará ejercida por el Ministerio Fiscal. Resulta llamativo que se soliciten unas penas tan bajas. La simulación de delito por parte de un funcionario público está castigada con entre seis meses y dos años de cárcel (además de la multa) cuando se trata de un delito grave. Sin embargo, el fiscal da por buenos dos atenuantes difíciles de explicar. En primer lugar, indica que la instrucción del caso se ha dilatado demasiado en el tiempo, aunque es el segundo punto el que causa la sorpresa: La Fiscalía admite que el agente tenía las facultades síquicas alteradas de tal forma que era incapaz de entender completamente la "ilicitud del hecho". En ese caso, es difícil comprender cómo es que Meléndez podía estar armado y en activo en Leitza.
Regresó a petición propia
La minuta del juicio aporta una serie de detalles que aclaran, en parte, el porqué de esa supuesta alteración mental. Se dice textualmente que "durante la comisión de los hechos tenía sus capacidades intelectivas y volitivas con carácter leve debido al estado emocional en el que se encontraba unido a su personalidad histriónica y mitomaníaca". Más adelante, el fiscal dice que será oportuno "aportar la hoja de antecedentes penales del acusado".
No se han dado al conocer delitos cometidos por el agente anteriores a esta causa. Sí se hizo público que Meléndez, natural de Málaga, vio morir a Juan Carlos Beiro al retirar una pancarta bomba. Meléndez, según el diario "ABC", quedó traumatizado por este hecho y, en consecuencia, se le trasladó. Regresó a Leitza tiempo después por petición propia. Este hecho podría relacionarse en el juicio con el "estado emocional" alterado del agente. Sin embargo, resulta significativo que entre un hecho y otro transcurren cinco años, y en consecuencia, hubiera sido negligente mantener a Meléndez en el cuartel de Leitza.
Además, testificarán en el juicio ocho guardias en calidad de testigos y la pericial quedará a cargo de otros dos agentes del cuerpo y de un perito forense. Fueron, precisamente, las pruebas forenses las que desmontaron la simulación de Meléndez, ya que demostraron que la distancia de los disparos no concordaba con el testimonio del guardia. Se disparó a sí mismo. Luego se comprobó que no había restos de explosivo en los tubos y que el supuesto accionador era un montaje burdo.
http://www.gara.net/azkenak/01/314521/e ... tel-Leitza
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El guardia civil que se autolesionó en Leitza dice quiso "vivir lo mismo" que su compañero Juan Carlos Beiro
http://www.noticiasdenavarra.com/2012/0 ... rlos-beiro
http://www.noticiasdenavarra.com/2012/0 ... rlos-beiro
Buena cosa se le ocurrió.Goiko escribió:El guardia civil que se autolesionó en Leitza dice quiso "vivir lo mismo" que su compañero Juan Carlos Beiro
http://www.noticiasdenavarra.com/2012/0 ... rlos-beiro
Me parece poquisima la pena (en comparación con otras), para la que podía haber liado...
Y suponiendo que caiga esa pena, que lo dudo mucho
Cuatro meses de cárcel para el guardia civil que fingió un atentado
La titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona ha condenado a cuatro meses de prisión y 360 euros de multa, por los delitos de desórdenes públicos y simulación de delito en grado de tentativa, al guardia civil que fingió ser víctima de un atentado en Leitza en noviembre de 2009. La sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Navarra.
La juez considera probado que sobre las 3.30 horas del 30 de noviembre, el agente se dirigió solo a las inmediaciones del cuartel de Leitza, donde prestaba sus servicios, y utilizando la pistola que portaba se disparó a sí mismo en el antebrazo izquierdo.
Tras ello, dio aviso a sus compañeros manteniendo que había sido tiroteado por dos individuos desconocidos que habían salido huyendo, "aparentando así haber sido víctima de un atentado", recoge la sentencia.
Además de esto, el agente advirtió a sus compañeros de que no salieran a auxiliarle, debido a que junto a él había un tubo apuntando al cuartel. Este artefacto consistía en tres tubos de PVC unidos con cinta de embalar y cerrados con tapones de los que salían tres cables que llegaban hasta un recipiente plástico, pero sin que contuviesen ningún tipo de explosivo.
La sentencia señala que fue el propio guardia civil el que preparó estos tubos con el fin de simular la existencia de un artefacto explosivo o lanzadera de granadas dirigido contra el cuartel.
Como consecuencia de este aviso, tuvo que ser desalojado el cuartel de la Guardia Civil y se personó una dotación de los Edex para desactivar el supuesto explosivo.
Según la sentencia, en el momento en el que ocurrieron los hechos el acusado tenía afectadas sus capacidades intelectivas y volitivas con carácter leve, "debido al estado emocional en el que se encontraba, unido a su personalidad histriónica y mitomaníaca". El guardia civil condenado perdió a un compañero en un atentado y otro resultó herido.
Meses después de lo ocurrido, el agente envió cartas al presidente del Gobierno de Navarra, al consejero de Justicia y a la delegada del Gobierno en Navarra pidiendo perdón por lo ocurrido.
La juez señala en la sentencia que el propio acusado reconoció los hechos en su declaración ante el juzgado de instrucción, como también los reconoció en el juicio y admitió que se había disparado y que preparó el artefacto simulado.
http://www.diariodenavarra.es/noticias/ ... _2061.html
La titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona ha condenado a cuatro meses de prisión y 360 euros de multa, por los delitos de desórdenes públicos y simulación de delito en grado de tentativa, al guardia civil que fingió ser víctima de un atentado en Leitza en noviembre de 2009. La sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Navarra.
La juez considera probado que sobre las 3.30 horas del 30 de noviembre, el agente se dirigió solo a las inmediaciones del cuartel de Leitza, donde prestaba sus servicios, y utilizando la pistola que portaba se disparó a sí mismo en el antebrazo izquierdo.
Tras ello, dio aviso a sus compañeros manteniendo que había sido tiroteado por dos individuos desconocidos que habían salido huyendo, "aparentando así haber sido víctima de un atentado", recoge la sentencia.
Además de esto, el agente advirtió a sus compañeros de que no salieran a auxiliarle, debido a que junto a él había un tubo apuntando al cuartel. Este artefacto consistía en tres tubos de PVC unidos con cinta de embalar y cerrados con tapones de los que salían tres cables que llegaban hasta un recipiente plástico, pero sin que contuviesen ningún tipo de explosivo.
La sentencia señala que fue el propio guardia civil el que preparó estos tubos con el fin de simular la existencia de un artefacto explosivo o lanzadera de granadas dirigido contra el cuartel.
Como consecuencia de este aviso, tuvo que ser desalojado el cuartel de la Guardia Civil y se personó una dotación de los Edex para desactivar el supuesto explosivo.
Según la sentencia, en el momento en el que ocurrieron los hechos el acusado tenía afectadas sus capacidades intelectivas y volitivas con carácter leve, "debido al estado emocional en el que se encontraba, unido a su personalidad histriónica y mitomaníaca". El guardia civil condenado perdió a un compañero en un atentado y otro resultó herido.
Meses después de lo ocurrido, el agente envió cartas al presidente del Gobierno de Navarra, al consejero de Justicia y a la delegada del Gobierno en Navarra pidiendo perdón por lo ocurrido.
La juez señala en la sentencia que el propio acusado reconoció los hechos en su declaración ante el juzgado de instrucción, como también los reconoció en el juicio y admitió que se había disparado y que preparó el artefacto simulado.
http://www.diariodenavarra.es/noticias/ ... _2061.html
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Totalmente de acuerdo, a los borrokos que simulan torturas deberían encerrarlos junto con Tony Manero, el Fantasma de las Navidades Pasadas, el enanito de Twin Peaks, El Oso Yogui, Willy Fogg, DÁrtacán y Anakin Skywalker, en la celda del Ratoncito Pérez...mañiaxl escribió:y a los borrokos que simulan torturas nada?
... oh wait!!! Ninguno de ellos existe!!!

En fin, mañiaxl tiene parte de razón, estas adolescentes borrokillas son unas blandas, llaman tortura a cualquier cosa... con lo que molan seis pollas de Guardia Civil en el chocho, es el deseo de toda mujer.

Buenas tardes Señor Troll, sólo indicarle que al doble sentido del anterior mensaje se le llama ironía, no hipocresía.mañiaxl escribió:otro hipocrita mas,vais a alguna academia o algo o es de nacimiento?
En otro orden de cosas y lamentando desviar el hilo, quisiera darle mi más sentido agradecimiento por las "panzás" de reír que me doy en todas sus aportaciones, siendo el 90% de estas (a la "cuenta la vieja", claro está) para preguntar si no decíamos que "fuera las cárceles" y cosas así. Gracias y un saludo.
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Pues mira,aqui va una :mañiaxl escribió:si,pero aun nadie e ha explicado porque el rancio y casposo "abajo las prisiones" pero cuando algun G civil,nazi o similares entra ahi os alegrais
espero alguna respuesta,aunque podeis seguir poniendo a torrente, con vuestro niuvel ental es lo normal
a ver responded nenes
la mayor parte de la población reclusa es gente que ha robado cantidades pequeñas o ha vendido drogas en cantidades pequeñas para sobrevivir porque no tenía recursos,no ha tenido la suerte de tener una posición como la tuya o la mía.También hay gente encarcelada por tener una opinión diferente y decirla (caso vasco).
También gente que ha tenido mala suerte y se encontraba en el sitio equivocado en el momento inoportuno.Y así un largo etc.Por supuesto también hay asesinos.
El "abajo los muros de las prisiones" probablemente venga de tiempos en que las cárceles estaban llenas de gente que simplemete no pensaba como el régimen.Pero quizá también tenga que ver con la injusticia que supone que un tipo esté allí dentro por robar una cantidad ridicula para comer mientras los grandes desfalcadores y ladrones viven a cuerpo de rey .
En cuanto a la alegria que pueda sentir determinada gente cuando se encierra (para variar) a un agente que representa la ley,a uno que precisamente se dedica a encarcelar pobres desgraciaos,quizá tenga algo que ver con el "mira,ahora va a probar su propia medicina".Porque resulta gracioso que precisamente un tipo que representa la ley y se dedica a encarcelar gente,sea un delincuente.Mira,en este caso ,entiendo que mucha gente diga,"pues mira,ahora te toca a ti,merluzo".Es como el refrán "el que roba a un ladrón tiene cien años de perdón". O algo así. Encarcelar es una medida un tanto represiva,de fachas.Así que cuando un perteneciente a los cuerpos represores o un facha o nazi prueban su propia medicina,es normal que muchos se alegren.digo yo que no es tan dificil de entender.
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