Los William Folkners. La vuelta al mundo en 80 birras

Marzo de 2018. Una entrevista de Kike Turrón y Kike Babas

Son todo un fenómeno underground que germinó por la zona de Vallecas (Madrid), sus actuaciones son divertidas y con el factor de la emoción sobrevolando un repertorio que habla inglés y castellano, unas canciones abocadas al blues y al folk, con alma de rock y pelusilla punk, orgánicas y viscerales. Los tipos tienen actitud. En la formación, músicos de barrio profesionales (guitarras acústicas, banjo, cajón, harmónica, bajo acústico, violín o acordeón) de los que sudan las camisetas y dejan temblando el camerino. Hemos quedado con Guille, voz y guitarra en el grupo, padre espiritual de toda una generación, para que nos hable de su grupo y de este disco (en vinilo) que acaban de editar a través de Family Spree Recordings: “A Birra España”

Os definís como un conjunto de cierrabares, ¿es así? ¿Algo que añadir a ese titular?

Ese titular es obra de Robertez (toca la harmónica, y siempre será el cantante de los Motorciclon, n de a), el gran neologista de nuestro tiempo, y nos queda pintiparado. Desde luego que no nos conocemos de la biblioteca, y no quedamos en el polideportivo municipal para hacer deporte. La lata/litrona de Mahou forma parte consustancial a la experiencia Folkner.

Tu, Guille, eres quién ha ido dando forma a este proyecto, ¿cuando y donde empezó?

El proyecto nace como reforma de un dúo de Punk Blues que teníamos mi compadre, el Mariano, y yo. Componíamos siempre pensando más en el blues rural que en el eléctrico de toda la vida. Llegó un punto en el que la propuesta era muy similar al otro grupo que teníamos (y que tengo todavía con otros dos interfectos), The Government, así que en un Brotocronch (festi en Broto organizado por Piña, ex batera de los Chicos) que conocimos a Robertez, decidimos "desenchufar" la propuesta y pasar las canciones a un rollo skiffle. Pronto se fueron uniendo todos los miembros, algunos han pasado y se han ido, otros se han quedado. Al final somos siete tíos: Robertez (armónica), Roberto (bajo), Erik (guitarra y banjo), Gonzalo (violín y acordeón), Sergio (mandolina), Kurrito (percu) y servidor de ustedes.

Por qué te apeteció recrearte en esa música folk y pantanosa y de raiz negra para hacer las canciones de los Folkners?

Como rockero, o como punk-rocker, o como lo quieras llamar, siempre me ha gustado el blues, y en el momento en el que entré en contacto con el blues rural me dió la vuelta la cabeza. Me daba la sensación de que en esa crudeza, en ese increíble abanico de estilos (desde el estilo directo y percutivo de Son House a la sofisticación técnica de Blind Willie McTell) estaba el origen de todo lo que me gustaba. Me apeteció (y me sigue apeteciendo) manosear todo aquello un poco. Hay que decir que han ido entrando otras músicas aledañas al Blues-folk anglo, en plan música de los apalaches, música irlandesa, y en principio no desdeñamos ningún lenguaje de aquella era pre-industrial de la música. Erik está investigando mucho en músicas de guitarra argentinas y brasileras a las que estoy deseando hincarles el diente!!

Todos en la banda tenéis grupos paralelos, ¿es facil adaptarse a las fechas, atender a todos los compromisos?

Nope, es complicado. Hay que hacer, y nunca mejor dicho, encaje de bolillos para responder a los compromisos. Por eso no somos una banda tan activa como nos gustaría. Pero aún así, conseguimos tocar bastantes veces al año... ¡e incluso sacar un disco! Sarna con gusto, no pica. El concepto de Folkners siempre ha sido, usando el término de Robertez, "el rollo compadre", con tranquilidad, sin presiones, pero sin estancarse demasiado. Nos ayudamos todos a organizarnos. Roberto (bajo) siempre tiene energía para tirar del carro, y a Kurrito, que es todo nervio, se le da bien mandar.

Habéis grabado ese primer disco grabando todos a la vez, ¿qué tal ha sido la experiencia?

Ha sido muy buena, aunque no ha sido así: en lugar de grabar todos juntos hemos ido por partes, lo cual nos ha ayudado a producir y arreglar unos temas que no habíamos oído más que en los ensayos. Nos ha ayudado en la grabación y mezcla un fuera de serie como Mintxo Alejos (que trabaja con un tal Rosendo Mercado). Al trabajar de la forma que nos propuso Mintxo, hemos podido producir seriamente los temas, limpiar de arreglos para hacerlos más contundentes, trabajar en dinámicas, en fin, redondear lo que eran grandes pachangas entre colegas sin demasiada dirección en torno a canciones propias.

El disco ha salido en vinilo, ¿solo? no hay cedé?

En efecto, nuestro sello (FAMILY SPREE, un sello familiar que nace con un catálogo creciente e impepinable: BUSQUEN SU MATERIAL) edita sobre todo en vinilo, ¡pero ya estamos preparando la edición en CD!

Quién se ha encargado del arte de la portada? Es un collage de imaginarias marcas de cerveza, verdad?

La portada es cosa mía. En general me gusta diseñar e ilustrar los discos que hago, y este no es una excepción. En efecto, en nuestro disco cada tema es una marca de birra. No soy un tipo muy conceptual ni muy sutil, así que la idea viene dada por el nombre del disco, "A Birra España".

Desde luego, no escondéis vuestra pasión por las bebidas espirituosas... ¿sirven de inspiración para componer las canciones?

No sé si sirven de inspiración, pero desde luego sirven de libación y avituallamiento mientras componemos, ensayamos, tocamos, mientras vivimos y amamos, mientras somos y estamos. Vamos, que somos unos chuzos.

En el disco hay temas en castellano y en inglés, ¿dónde te sientes más cómodo cantando y componiendo?

El inglés es muchísimo más cómodo para mí. Vamos, que la primera letra que escribo, ahí se queda... ¿qué importa? Por eso muchos en mi generación y contexto (tengo 34, y vengo de la cultura malasañera de principios de siglo) hemos optado por el inglés en un principio: es una apuesta puramente estética, no tienes por qué responsabilizarte demasiado de lo que se dice porque tu público no entiende otra cosa que la propuesta musical, el estilo. El castellano, que es como me he decidido a componer si no toda, por lo menos la mayor parte mi música a partir de ahora, es mucho más difícil. Tengo que escribir cinco o seis veces la misma canción para encontrarme con un conjunto majo de ideas que me satisfagan: tengo que tomarme en serio lo que digo. Ahora que lo estoy haciendo, entiendo que requiere más valor. Y es que el castellano hace que mucha gente pase por alto el elemento estilístico, o que se te compare con otras propuestas en castellano. Y eso a los esnobs como yo tradicionalmente nos da mucho miedo, aunque a mí ya no. Es un peso que me he quitado de encima. He aprendido a amar, admirar y respetar el rock y aledaños en castellano.

Hacéis una versión de la Polla... cuéntanos...

Pues tiene que ver con lo que te acabo de decir, del respeto y admiración que a finales de mis 20 empecé a sentir y pensar hacia bandas a las que a principios de mis 20 no prestaba atención. Evaristo es un letrista prodigioso, es un martillo de pura precisión. Me alucina como conceptos emancipatorios muy complejos, en sus manos, se convierten en una frase lapidaria de cinco palabras que todo el mundo puede entender. Mira que el tema es medio anarquista, y yo soy más de Marx... pero es que ¡vaya letra, tete! Ojalá pudiese yo escribir asi.

Estás ahora mismo con los Folkners, pero tambien con The Goverment y tocando el bajo con los Chicos... ¿estás a gusto con todo? ¿hay más cosillas que nos puedas contar, proyectos subterráneos?

¡Buf! Quita, con esas tres cosas me doy con un canto en los dientes. ¡Que me estoy quedando muy calvo! Y sí, estoy muy contento con todos esos proyectos. Con The Government hemos estado con nuestro segundo disco, 'Vote me Tender' (en el que también empezamos a arrancar con el castellano, pese al título) todo el año 2017, y con Los Chicos nos metemos a grabar uno nuevo (sexto de la banda, segundo para mí) ya mismo, a finales de octubre. Cada finde es una aventura. ¡Y siempre birra en mano!

Marzo de 2018. Una entrevista de Kike Turrón y Kike Babas