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26 de abril de 2024 | Publica tus noticias El Rock and Roll es la Única Fe Verdadera Arrodillaos Perros Infieles

Andrés Calamaro. El rock flexible y universal.

Julio de 2010. Por Kike Turrón y Kike Babas. Fotos de Warner.

Calamaro es un tipo que transmite emoción, una mezcla de seguridad con inocencia, de metódico caos, de descaro y educación, de sapiencia cortada con amnesia. Un tipo humano de los pies a la cabeza, que, en resumen, conoció en persona al diablo pero decidió no hacer pandilla con él.

Yo me hice calamarista hace bien poco, creo que fue a partir de El Cantante (2004), un disco que, por cierto, no salió muy bien parado en las críticas, aunque para mi tenía una magia especial, tanta, que me enganchó. Aunque fuese hace tan poquitos discos cuando le hice caso, siempre he estado rodeado de fans incondicionales del argentino que adoraban sus canciones y su postura ante la vida de artista. De esa vida si que sabía yo antes que de su música. Que Calamaro está de vuelta en cuestiones de excesos químicos es algo de sobras sabido, su cima se llamó El salmón y no hay más que ver las fotos de esa época en su web para hacerte una idea de lo que estoy hablando, aunque habiendo leído algunas entrevistas suyas a lo largo de estos años sabemos que estos son asuntos que no le importa tratar en absoluto de cara al público, una razón más para que el tipo me caiga de la hostia.

En lo musical -y en lo cantado-, que es a lo que vamos, Calamaro sigue guardando balas que aciertan en el centro de la diana. Este disco, On the rock, está sembrado de esos gustosos proyectiles que le obligan a uno a no quitar el cd del reproductor en semanas, a buscar refugio entre las estrofas.

Pero además Calamaro tiene otro punto que me fascina y es el de juntarse con músicos, cantantes y artistas varios para hacer música, para trabajar canciones sin hacerse sombras, para darnos alegrías. En este disco están presentes Diego El Cigala, Pablo Lescano, Pereza, Bunbury, Calle 13, el Langui, Niño Josele, Vicentico… ahí es nada. Ah, y otro tanto que me gusta de este entrañable artista: actualiza su blog y es ocasional columnista en un par de revistas musicales, Ruta 66 y Zona de Obras.

Si a esto le sumamos que es fan de Dylan y otros tantos mitos que adornan su santuario, tenemos ante nuestros ojos a un tipo fascinante, argentino y fascinante.

Este disco, On the rock, es motivo suficiente para que una vez más nos acerquemos a la música de Andrés Calamaro y a sus interesantes explicaciones sobre los pormenores de su nuevo trabajo discográfico.

Tu disco anterior, La lengua popular, es de hace tres años, entre tanto has publicado el directo con Fito y has compilado material antiguo que permanecía inédito, ¿cómo han ido llegando estas nuevas canciones?

No tuve un lapsus creativo ni me reservé una temporada sabática para escribir las canciones de este álbum, tenía maquetas desordenadas en mi archivoteca, seleccioné ochenta canciones y las compartí con mis compañeros, involucrándolos en todos los procesos de la preproducción y grabación del álbum que registramos entre viajes y giras; en el invierno (peninsular) escribí veinte textos y también colabore como songwriting en las producciones universales de Fabián Jolivet, para el álbum del Capitán Cangrejo, un artista alternativo californiano, pero las canciones del disco provienen de diferentes épocas; no son descartes de otros discos porque no es frecuente, para mi, escribir pensando en un álbum, aunque lo hice cuando necesité canciones, cuando la producción necesitaba nuevas composiciones especificas o cuando escribir en el estudio era parte del “suicide concept”.

¿Son tuyas todas las letras?

El Perro es una letra de Marcelo Scornik (El Cuino), que escribió conmigo muchas de mis mejores canciones (El Salmón, Estadio Azteca, Rumbo Errado, Tu Pavada, Output Input, entre otras); Te Extraño la escribimos con El Langui, e Insoportablemente Cruel la compartimos con Rene (Residente en Calle 13); con Marcelo escribimos mucho juntos desde los primeros años de la década de los años ochenta; fuimos socios inseparables en mis discos, “Honestidad Brutal” y “El Salmón” y en temporadas posteriores; El Langui y Residente escribieron su parte del flow, los textos que ellos interpretan.

Para componer ¿sigues con acústica o piano en la soledad de cualquier sitio tranquilo? Cuéntame como te enfrentas, a día de hoy, al papel vacío y al pentagrama en blanco.

Sin complejos, no me importa si estoy un año sin escribir canciones, también puedo pasarme meses sin tocar ningún instrumento; si que me importa estar “entero” para cantar en vivo, hacer conciertos buenos o muy buenos… Si me toca cantar voy a cantar lo mejor posible… Los últimos textos los escribí en febrero, cuando grabamos con El Langui, mientras él escribía sus rimas yo escribía las mías… Escribía en cualquier papel y sin instrumentos a la vista. También escribí mucho usando la grabación como instrumental, también con el piano y, aunque menos, con la guitarra; lo cierto es que una canción, un groove, un rock, pueden empezar por un riff de guitarra, por una secuencia de acordes, por un ritmo de batería, por una melodía o por un texto.

¿El disco se llama On the rock por todos los rocks que habitan en él?

“Hace tiempo que estoy sentado sobre esta piedra”; Rock no es una piedra, no es “lo duro”; en realidad el rock es el movimiento de la música; el balanceo que adormece a un niño, que menea unas caderas o que sube desde las tripas hasta la conciencia. A-cerca del rock, On the Stone, On the roll… Creo que cualquiera de estas canciones las podrían grabar los Rolling Stones (no creo que lo hicieran en castellano); inclusive Barcos, Te Extraño, Insoportablemente Cruel o la ranchera … No las encuentro en las antípodas de las “Toronto Tapes” de Keith Richards, ni del pensamiento-conciencia musical de Jagger; ocurre que cuando escuchamos el toque de Niño Josele o el cante de Diego pensamos que estamos escuchando flamenco, pero el flamenco lo traen ellos desde la cuna… Todo es rock, considerando que el rock es lo que los músicos reinventamos con libertad es un disco puro, ni siquiera somos un trío de sintetizadores como Tangerine Dream ni involucramos melodías de Bach tocadas en flauta… Yo entiendo que si el rock existe, Residente, Lescano y El Langui “tienen” mucho rock… Quizás lo entienden de otra manera los teóricos de la retórica del rock, porque no están consagrados a tocarlo y grabarlo; nosotros somos músicos de rock, el rock somos nosotros.

En este disco me llama la atención la colaboración de Vicentico, ¿desde cuando os conocéis? ¿Alguna anécdota con él de ahora o de antes que nos haga entender este dúo?

Somos muy amigos con Vicentico, nos conocemos hace mas de 25 años, grabamos juntos muchas veces, compartimos muchas cosas … Nos conocimos al costado de un escenario, en el Palladium (de Buenos Aires) a mediados de los ochenta ; grabamos juntos un disco de Los Fabulosos Cadillac entero; siempre fuimos amigos aun a pesar de la distancia y de la distancia del tiempo; siempre estamos planeando hacer cosas juntos ; a veces nos vamos juntos de vacaciones con las familias, hoy mismo nos vinieron a visitar y escuche la ultima grabación de Vicentico.

Vasos vacíos de Los Fabulosos Cadillacs salió en el tributo Vos sabés (2009), es una versión acústica cercana, una especie de "stand by me" a "vuestra manera”, de mate y tarde entre amigos... ¿por qué esta canción? ¿qué fotografía guardas de este momentito?

Esta la grabamos para un tributo “a la existencia” de LFC ; yo me imaginé un tempo mas low que el original; en el original hay percusiones, vientos y ¡canta Celia Cruz! Cuando llegué al estudio ya estaban grabadas las guitarras; me resultó un poco complicada de cantar pero finalmente quedó bien y a Vicentico le gustó mucho; me imaginé el sonido desnudo de las producciones de Rick Rubin con Johnny Cash, o el enorme Nesta Marley crepuscular de Redemption Song, y aunque tengo claro que es imposible hacer algo tan inmenso, sometí el track a ese “tratamiento”: Pocos instrumentos, sin vientos ni percusiones, sin Celia Cruz y encontrándole una nueva vuelta.

Una foto del nuevo disco es un montaje donde tú sales caracterizado de guerrero samurai o algo así ¿Cómo fue esto?

Es una broma de César (Sogbe, el ingeniero de mezclas); nos prometió unos buenos Photoshop y cumplió, también me hizo otros con en el cuerpo de Bin Laden, del pirata del Caribe, de Michael Jackson, en fin, ya sabes.

Trasladar las atmósferas al directo sé que es trabajo difícil… además la gente en directo quiere ruido… ¿cómo trabajas esto, cómo eliges entre tu repertorio, cómo afrontáis esta dualidad como banda?

El repertorio lo decidimos en los ensayos; antes de ensayar compartimos ideas, canciones que queremos rescatar del repertorio, elegimos las que no queremos seguir tocando, las que nunca cantamos… Elegimos lo que mejor nos queda, lo que mejor nos sale; y después ajustamos un poco el repertorio cuando empezamos la gira. Tampoco nos exigimos estrenar todo el álbum; si alguna canción se convierte en un éxito llamativo (y no la estamos tocando) entonces la vamos a tocar, de momento estamos tocando tres o cuatro canciones del disco, pero cambiamos bastante del repertorio que tocábamos el año pasado.

Colaboraste en el disco de Pereza con una canción que considero (y se lo he dicho a Leiva personalmente), no tendría sentido sin tu interpretación… ¿Qué tal con los chicos, Rubén y Leiva? Se os ve en una misma onda a pesar de las generaciones…

Hacemos una buena combinación juntos; no hace falta decirle a los Pereza lo que tienen que cantar o tocar; son buenos músicos y buena gente; me gustó la canción que me convidaron para su disco, definitivamente sí… Tengo que reconocer que combinamos muy bien juntos, y Amelie me gusto mucho. Leiva vino a verme al hotel para mostrármela, después nos reunimos con Rubén para comer carne argentina en Madrid… Es una canción muy buena… Con las generaciones no tengo drama, durante muchos años fui el mas joven de las bandas hasta que un día resulté siendo el mas veterano, no me hago historia con el asunto generacional.

He visto que tocas por primera vez en Londres, ¿es cierto? ¿Qué te parece la oportunidad? Es uno de los lugares donde se inventó esto del rock ¿no crees?

Claro, toda mi vida escuche el rock inglés… Creo que ya me habían llamado antes para cantar pero no le había dado importancia; esta vez me gusto la idea. No se que voy a “sentir” cuando este cantando en Londontown, pero yo voy a hacer lo mío y una sóla noche. Realmente me gustaría medirme con músicos británicos y gringos, pero no se si esta será “la oportunidad”; supongo que habrá suficiente población hispana para llenar un lugar mediano y me conformo con que la Mojo mande un crítico.

Mientras sale este disco en España, estás haciendo las Américas… ¿sigues llevando bien (digo por la edad) lo de la maleta a cuestas durante uno o dos meses, lejos de casa?

Esta edad mía es perfecta para las giras y el rock, por lo visto los músicos podemos cantar mientras estemos vivos; el problema fue el abuso de sustancias, especialmente la “base” y “la manteca”; el sida, los abusos y la hepatitis, arruinaron más a mi generación que seguir cumpliendo años. No veo que B.B. King se esté jubilando, James Brown cantó mientras vivió y Bob Dylan siempre tendrá veinte años mas que yo.

Cuando te vi la última vez en Madrid, en el Palacio de Congresos, me fijé en que al lateral del escenario estaba tu hijita, bailando y pasándolo en grande, ¿sueles llevar a la familia a los viajes y giras o aquello era que les pillaba cerca? La pequeña tiene que flipar al ver como tanta gente te grita: Andrés, Andrés... ¿te ha dicho ella algo al respecto alguna vez?

La familia me acompaña en Buenos Aires y en Madrid, ocasionalmente planeamos algún viaje para todos; pero me gusta estar sólo en las giras porque prefiero concentrarme sin molestar a nadie: Probar sonido y esperar el concierto sin hacer más nada; y no hablar, guardarme los “cartuchos de feeling” para la noche. La niña se encuentra bastante cómoda en el backstage, supongo que si yo fuera carnicero estaría acostumbrada a vivir entre la carne… ya le perdió el respeto al escenario, se lo pasa bien y le gusta dormir tarde.

Tu faceta de columnista está cojonuda, te veo en Zona de Obras y en Ruta66, ¿haces más cosas de este tipo? ¿De dónde te viene esta afición?

Gracias… Siempre me gustó escribir, supongo que es genético, somos hijos de un ensayista, de un intelectual. Ahora me gusta contestar reportajes por escrito, para poder corregirlos y entregarlos buenos… Me gusta el arte de la buena conversación pero no me salen bien las entrevistas cuando no las contesto por escrito; es una recomendación que me hizo el poeta Alberto Girri hace muchos años y tardé un poco en poder aplicar el consejo. Girri conoció a Bukowsky en una universidad gringa. Lo cierto es que prefiero mil veces escribir lo que va a leerse luego, si no prefiero la radio, pero me fastidian las entrevistas grabadas porque no consigo ponerme de acuerdo conmigo mismo, y el espíritu de una buena conversación es complicado de trasladar a un articulo que hay que “desgrabar” y redactar; prefiero hacerlo yo, me parece justo escribir lo que alguien va a leer.

¿Te has planteado escribir una auto bio, libro de relatos o algo similar?

Me gustaría, pero sospecho que mis olvidos son más interesantes que mis memorias; también ocurre que nunca escribí nada mas extenso que dos carillas, escribiendo soy de distancias cortas, no sabría como escribir una novela.

¿Qué grupos has descubierto este último tiempo?

Mastodon y Andre Williams.

¿Qué discos has adquirido en estas últimas semanas?

Compré un CD de Sun Ra (una reedición) para tocar antes de los conciertos, para que la gente escuche eso… Me regalaron discos de chicha peruana psicodélica de los setenta, me baje Mash Ups, el póstumo de Johnny Cash, Danger Mouse con Sparklehorse (rip). Compre Fleet Foxes y las recopilaciones de “cool rock” de Little Steven Van Sandt.

¿Qué libro anda sobre tu mesilla?

La Humillación, de Phillip Roth.

He estado echando un vistazo a tus últimos blogs… veo que valoras mucho la habitación del hotel, a la que acudes al terminar el concierto, ¿es así de radical o aún quedan grietas en tu sobriedad?

Quedan grietas en mi sobriedad pero existe un marcado contraste entre mi conducta salvaje del siglo pasado; ahora me inclino por neurotransmisores naturales y unos caballitos de tequila, estoy divorciado de la cocaína y hace años que no vomito con frecuencia.

Portada

Fotos

Enlaces

Web Andrés Calamaro






Licencias: El texto de esta entrevista está protegido por una licencia permisiva BY NC SA de Creative Commons. Las fotos son propiedad de Warner Music.

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